Besos que pesan

  • Imprimir

Besos que pesan

Viene un señor a comprar un lechón a un establecimiento rural.

-- Buen día, ¿tiene un lechón mediano?

El dueño trae uno, lo da vuelta y le empieza a besar la panza, mira al cliente y dice:

-- Este pesa 15 kilos.

El cliente dice:

-- Pero no puede ser, ¡no me diga que lo adivinó!

-- No aquí en el campo no precisamos balanza, pesamos de esta forma.

-- ¡No puede ser! dice el cliente.

-- Si mire, hija mía ven para acá, ¿cuánto pesa éste animal?

La hija le besa, le da besos en la panza, y dice:

-- Pesa 15 kilos.

-- ¡Pero no puede ser!, dice el cliente

El hombre le dice:

-- mire, mi mujer no está aquí, pero para que vea la vamos a llamar y usted va a ver. Hija, llama a tu madre.

La hija se va y a los 5 minutos vuelve y le dice al padre:

-- Papá, mamá no puede venir ahora porque está pesando al jardinero.